Redes para ligar ¿has buscado ligar o conocer gente nueva por redes sociales? ¿te parece mal hacerlo? ¡Importante! Lee este post
Soy un post que espera ser un lugar seguro, un espacio libre de juicios para ti y te haga sentir cómoda, cómodo o cómode, que como ya hemos podido ver todxs, las redes se llena de juicios de valor, manuales de comportamiento o de críticas destructivas hacia las “nuevas” formas de socialización para conocer gente nueva y recibir afectividad virtual.
ADRIÁN LÓPEZ Y LAURA MONTERO
Equipo Por Puro Placer
La publicación va dirigida a todas aquellas personas que de una forma u otra hemos encontrado una vía de escape o nos hemos refugiado en tener vida social desde nuestras redes sociales o incluso para aquellas que os hayáis descargado alguna app y abierto perfiles/actualizado vuestros perfiles existentes tipo Tinder, Grindr, Wappa, Adoptauntio, etc. También hablaremos sobre la visión social positiva y negativa de su uso. Si eres una persona curiosa sobre esta cuestión estas en sitio acertado desde luego.
Somos personas responsables de nuestro cuidado y de cuidar a las personas que nos importan, por ello muchas de nosotras hemos recurrido a la socialización virtual sin olvidar los beneficios que tienen los encuentros en persona. Desde hacer videollamadas con familia y amigos a quedar con personas que nos atraen sexual o emocionalmente.
Nuestra red de apoyo necesita que interactuemos de alguna manera para demostrar que estamos ahí a pesar de las dificultades y mostrar el afecto que les tenemos. En el confinamiento la estabilidad emocional es fácil que se vea afectada negativamente y por ello no podemos obviar lo que sentimos, que aunque puede que no lo parezca, hablar sobre ello ayuda bastante. También contactar con nuestros seres queridos, puede ser muy agradable y hacernos ver aspectos positivos incluso haciéndonos sentir bastante mejor. Es algo similar a lo que sucede en los grupos de apoyo emocional con iguales pero sin supervisión profesional.
Pero bueno, vayamos por partes. Para quien no lo sepa Tinder 🔥 es una red social para conocer gente, ligar, buscar encuentros sexuales esporádicos, entre otras cosas. El perfil usuario es principalmente hetero, aunque se ha extendido su uso general debido a sus filtros inclusivos en cuanto a diversidad sexual por lo que personas bisexuales, mujeres lesbianas, hombres gais o personas asexuales, … también hacen uso de ella sin problemas.
Existen otras apps tipo Grindr🎭 principalmente para conocer hombres (dirigido a hombres que sienten atracción hacia otros hombres) Wappa 〰️ principalmente para conocer mujeres (dirigido a mujeres que se sienten atraídas por mujeres)
Estas redes no son algo nuevo y se vienen usando desde hace ya un tiempo atrás, solo que con la crisis (sanitaria, social y económica) que estamos viviendo a consecuencia del coronavirus, se ha impulsado más su uso teniendo en cuenta las circunstancias de confinamiento y la necesidad emocional de interactuar con otras personas. ¿Es malo usarlas? quién responde si directamente, está obviando por completo como las personas establecemos relaciones hoy por hoy, cómo nos influye la interacción con el entorno y cómo modulan nuestra conducta los procesos de socialización.
Existe mucho prejuicio derivado de la concepción clásica de cómo se establecen relaciones (ligar en un bar), influida por el conocido “amor romántico” (apoyado desde el cine, por ejemplo, del que ya hemos hablado en este post Los mitos del amor romántico (haz click aquí) idealizando situaciones, limitándose a la casualidad, destino o a conocer personas gracias a tu entorno más próximo. Además de esto, desde una mirada crítica a las nuevas formas de establecer relaciones (ligar a través de apps), podemos hacer alusión a cómo el modelo capitalista nos lleva al consumo de cuerpos, a través de catálogos virtualizados de personas bajo el prisma de la concepción social de belleza hegemónica, roles de género, hipersexualización y perpetuación del modelo estético normativo (mujer y hombre) desde el refuerzo positivo y negativo de las cosas.
Podemos partir también de las opiniones de las personas aludidas por las críticas o aquellas personas que defienden su uso y que en ocasiones se avergüenzan por usar estas redes por la concepción social mencionada anteriormente. Entre otras cosas señalan como beneficios algo que se repite y es “puedes conocer gente con la que probablemente no te hubieras cruzado”, “soy tímido y me ayuda a romper el hielo”, “puedo hablar simultáneamente con diferentes personas que me gustan”, “me ayuda a saber que le gusto a la gente”. Podemos psicoanalizar esas frases o ver el trasfondo sociológico que implican, pero no va a ser el caso, así que apartemos por un instante elementos como tipos de apego, autoestima o perfil de personalidad, y observemos la necesidad social que están cubriendo el uso de estas redes o la importancia de los cuidados personales así como de las personas con las que interactuamos.
Como parte de nuestro cuidado individual necesitamos hacer introspección y ser críticos desde lo constructivo, aprendiendo a identificar lo que sentimos y la influencia sociocultural que tiene en nuestra manera de entender, interpretar e interiorizar los estímulos sociales en nuestro desarrollo personal y de la conducta.
Para establecer conversaciones agradables desde el cuidado es recomendable mostrar interés en la persona o las personas (sin excesos) y que exista una reciprocidad por ambas partes, evitando monopolizar la conversación o centrarse en la crisis del coronavirus. Algo clave es expresar cuál es nuestro interés o que buscamos y averiguar si coincide con lo que las otras personas buscan. Es importante el respeto y no insistir si no obtenemos respuesta, ya que, no conocemos las circunstancias de las personas, mucho menos enviar fotos con contenido sexual explícito que no te han pedido (esta es una de las violencias que sufren especialmente las mujeres por parte de hombres).
En cuanto a las necesidades generales del uso de estas redes que se plantean (ni positivas ni negativas) con frecuencia están: ampliar la red afectiva, la inmediatez de los encuentros sexuales esporádicos, identificar para quien somos deseables y aprender sobre nuestro propio deseo, salir de la rutina, buscar una forma de relacionarse a partir de unas habilidades sociales reducidas sin una exposición demasiado directa, mejora de la percepción personal potenciando los aspectos positivos que les identifican, construir una imagen de nosotras y nosotros con personas que no nos conocen, entre otras muchas.
En 2020 hemos visto cómo la virtualización de ciertas tareas presenta una serie de beneficios y tiene un gran potencial por lo que lejos de ser formas que chocan, lo virtual y lo presencial deben ser complementarias como una fórmula que nos permita aprovechar y disfrutar de lo mejor de ambas.
Próximamente hablaremos sobre el retorno de los y las ex.
MINISTERIO – Redes sociales
CANTABRIA – Uso Internet