Verónica Iglesias Hornero – Mediadora del Servicio de salud sexual con pruebas rápidas de VIH y otras ITS en Centros de Salud- Las Alamedillas.

La autoestima es la valoración, percepción y aprecio que una persona tiene de sí misma. Es un proceso subjetivo y dinámico que puede cambiar a lo largo del tiempo, aunque la adolescencia es una de las épocas más importantes para constituirla.

Actualmente, la idea que la sociedad tiene sobre cuáles son los cuerpos más atractivos está influenciada por lo que nos llega mediante los medios de comunicación y las redes sociales. El uso de redes sociales como, por ejemplo, Tik Tok e Instagram cada vez nos afectan más porque nos requieren ser modelos de belleza inalcanzables y cumplir con unos estereotipos de género que lastran nuestra autoestima sexual.

La autoestima sexual es un parte fundamental para una identidad saludable. Es el tipo de autoestima que tiene que ver con las emociones, sensaciones, percepciones y el nivel de seguridad que sentimos al intimar afectiva y sexualmente con alguien.

Tener una autoestima sexual baja puede afectar a las relaciones afectivas y sexuales, disminuyendo la satisfacción que sentimos al tener sexo o haciéndonos evitar tener relaciones sexuales porque consideramos que no vamos a ser lo suficientemente deseables. Otro de sus efectos es que acabamos teniendo prácticas de riesgo para el VIH y otras ITS ante la insistencia de la pareja sexual por tener penetración sin preservativo, pensando que si no accedemos a sus deseos no nos concederá el valor que necesitamos. 

Cuidar nuestra autoestima sexual nos ayuda a decidir con quién tener sexo y con quién no, a poner límites y a sentirnos con mayor seguridad para transmitir lo que deseamos con nuestras parejas.

Aprende a valorarte, a decir NO cuando no quieras y a decir SÍ cuando vaya en consonancia con tu deseo.

Cada cuerpo es válido, deseable y bonito.