El 14 de noviembre tuvo lugar la VIII Jornada de Salud Pública con la Comunidad Gitana en el salón de actos del Centro de Salud Pavones. Este año la jornada ha estado dedicada a “Mujer Gitana y Salud”.

El programa estuvo dirigido a abordar los factores que inciden en el estado de salud de la mujer gitana desde una perspectiva de interseccionalidad. Esta perspectiva toma en cuenta cómo se tiene que enfrentar la mujer gitana a las distintas capas de desigualdad: género, etnia y clase social, unido en algunos casos a otras como el edadismo o la diversidad funcional.

Las distintas mesas plantearon temas como salud y género, salud mental y salud sexual y reproductiva.  Para ello se contó con profesionales que trabajan con el colectivo gitano y como no podía ser de otra manera, con sus protagonistas.

Dentro de la comunidad gitana existen expectativas tradicionales de roles de género que limitan las posibilidades de autonomía y participación de las mujeres. Se les asigna un rol de cuidadora principal que anteponen a su propio cuidado, ya que para ellas la familia es el valor más importante. En el ámbito externo también lidian con el racismo y la marginación. Comprender y respetar estas diferencias es clave para avanzar hacia la equidad.

En cuanto a la sexualidad, la realidad es que es tan diversa y rica como la de cualquier otra mujer, influida por múltiples factores como sus valores personales, el entorno y, por supuesto, su situación social y económica.

Una realidad que a menudo pasa desapercibida es que muchas mujeres gitanas que se casan, “se escapan” o tienen hijos a edades tempranas, lo hacen no solo por cuestiones culturales, sino también debido a su situación socioeconómica. En contextos de vulnerabilidad y precariedad, las opciones y oportunidades suelen ser más limitadas, lo que condiciona las decisiones de vida. Sin embargo, cuando las mujeres gitanas tienen acceso a una situación económica más estable, tienden a posponer tanto el matrimonio como la maternidad, eligiendo estudiar y trabajar por más tiempo.

Otro aspecto relevante es la planificación familiar. La mayoría de las mujeres gitanas que recurren a métodos anticonceptivos lo hacen para evitar embarazos no deseados y no como prevención de VIH o de otras ITS. Para ellas, el matrimonio es visto como una unión para toda la vida y el riesgo de infecciones de transmisión sexual no es percibido como una preocupación principal dentro de la pareja.

Un aspecto destacable en relación con la maternidad es la sólida red de apoyo que se forma en torno a la madre del recién nacido. Las familiares y amigas más cercanas juegan un papel activo, brindando cuidados, apoyo emocional y ayuda práctica durante los primeros meses. Este modelo de solidaridad y cuidado mutuo es una fuente importante de Salud en el puerperio

En general, lo que muchas mujeres gitanas reclaman es que se las escuche, que se tomen en cuenta sus opiniones y su cultura. Algunas de las propuestas y recomendaciones concretas para mejorar su salud abordadas en la jornada fueron:

• La elaboración de programas de educación sexual adaptados
• Acceso a información sobre métodos anticonceptivos
• Información, educación y asesoramiento sobre sexualidad, salud reproductiva y diversidades sexuales.
• Capacitación a mujeres líderes, ya que se trata de agentes culturales de salud muy valiosas que funcionan como transmisoras de conocimientos.
• Inclusión de la perspectiva de género en los programas sanitarios
• Educación sobre la salud desde la juventud

Todo ello garantizando la participación de las mujeres en la toma de decisiones.