Día mundial de la lucha contra el sida
Un año más llegamos al Día mundial de lucha contra el sida, el 1 de diciembre. Esta fecha conmemora el mismo día de 1981, cuando se diagnosticó el primer caso de esta enfermedad, verdadero problema mundial de salud pública.
Uno de los motivos por el que se destaca tal fecha es continuar generando conciencia social de la importancia de protegerse frente al VIH y al resto de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y ser solidarios con quienes la padecen. La información y educación siguen siendo vitales para el ejercicio de una sexualidad responsable y la adquisición de una conciencia preventiva, así como combatir el estigma y los prejuicios a los que se ven sometidas las personas con VIH en su día a día.
En los años 80, la infección por VIH era una sentencia de muerte. En 2018, y a pesar de que aún estamos a la espera del descubrimiento de una vacuna eficaz frente a este virus listo y escurridizo, las personas con VIH diagnosticadas y con acceso a tratamiento antirretroviral tienen ante sí una esperanza de vida muy parecida a las personas sin la infección. El VIH ya no implica muerte pero sí una dependencia de por vida de los servicios de salud, un factor de riesgo para determinadas enfermedades, una alta responsabilidad a la hora de tener relaciones sexuales y una incógnita de cómo será envejecer con semejante compañero. En muchos casos también implica mantener en secreto la condición de ser seropositivo y ocultar, debido a su transmisión más frecuente, la orientación sexual, incluso ante la familia y amistades.
En cuanto a la prevención se refiere, además del uso consistente del preservativo, hoy contamos con la profilaxis post-exposición (PPE) y pre-exposición (PrEP). Y debido a la alta eficacia de los nuevos tratamientos antirretrovirales instaurados tempranamente -que llegan a conseguir cargas virales en sangre insuficientes para que el virus se pueda transmitir de persona a persona- el diagnóstico precoz y la instauración inmediata de tratamiento antirretroviral eficaz se ha convertido en objetivos irrenunciables en la lucha contra el VIH.
Importancia de la prevención y del diagnóstico precoz.
En la Comunidad de Madrid, una de cada tres personas que tienen VIH lo desconoce, lo que supone un problema para el sistema sanitario y un reto acabar con esta situación. El diagnóstico y tratamiento precoces pueden cortar la transmisión del virus pero además, para la persona infectada, supone controlar la infección, prevenir la aparición de enfermedades relacionadas y su progresión hacia el sida, y en última instancia, poder tener una calidad de vida semejante al resto de la población.
Aunque creamos no tener el VIH, no lo podemos saber si no nos hacemos la prueba de detección de anticuerpos frente al VIH (convencional o rápida) dado que es asintomática. Es decir, el virus no puede diagnosticarse en un examen médico rutinario hasta que no aparece alguna de las enfermedades indicativas de la presencia de este virus, lo que no ocurre durante los primeros ocho o diez años de la infección. Si el diagnóstico es tardío, el pronóstico se ensombrece.
Los expertos recomiendan hacerse de dos a cuatro pruebas de VIH anuales, en función de las prácticas sexuales que se tengan. En más del 50% de las nuevas infecciones, están implicadas personas con VIH que desconocen tenerlo.
Las pruebas de VIH son gratuitas y anónimas en muchos sitios y algunas dan el resultado en 20-25 minutos. Se pueden solicitar en cualquier centro de salud.
Es el día mundial de la lucha contra el sida, pero cuidamos nuestra salud todo el año. No alimentemos el estigma, de nosotras y nosotros depende combatir la desinformación.
Por puro placer. Infórmate y disfruta de tus relaciones sexuales.
A continuación mostramos unos datos a nivel mundial que aporta ONUSIDA (2017):
- 36,9 millones de personas vivían con el VIH en 2017 en todo el mundo.
- De las cuales 21,7 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretrovírica en 2017.
- Del total de casos conocidos, 1,8 millones de personas contrajeron la infección por el VIH en 2017.
- 940.000 personas fallecieron a causa de enfermedades oportunistas producidas en fase sida en 2017.
- 77,3 millones de personas contrajeron la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia.
- 35,4 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia.