Autores: Guillermo López, Verónica Iglesias; mediadores del Servicio de Información y Apoyo para la prevención y el diagnóstico precoz de VIH y otras ITS de la Comunidad de Madrid – Asociación Las Alamedillas.

El 1 de diciembre es el Día Mundial del Sida, un evento que viene establecido desde 1988, siendo el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Este 2024, con el lema “Sigamos el camino de los derechos”, la sociedad civil y las instituciones públicas (sociales, sanitarias y políticas) se aúnan para llevar a cabo actividades de sensibilización, a fin de recordarnos que el VIH sigue estando ahí, que debemos de estar atentos a la prevención, al diagnóstico temprano y a la calidad de vida de las personas con VIH.

Gracias a la labor de muchos científicos, sanitarios, de las asociaciones y de muchas personas comprometidas ha habido avances impensables hace lustros. El más importante ha sido el descubrimiento del uso combinado de diferentes fármacos antirretrovirales para controlar, en el organismo con la infección, la replicación viral y preservar o restaurar el sistema inmune. Las personas con VIH cada vez tienen menos comorbilidades y mayor esperanza de vida. Con el mantenimiento del tratamiento se consigue una carga viral indetectable, esto es, un nivel de carga viral tan mínimo que imposibilita la transmisión sexual. El estigma sigue siendo una lacra, pero va disminuyendo a medida que va calando más el mensaje de que Indetectable es igual a Intransmisible. Además, las infecciones de VIH en España han ido disminuyendo, especialmente, por el uso del preservativo combinado con fármacos para prevenir la infección y la mayor frecuencia en la realización de la prueba del VIH en la población.

Si bien la cuestión del VIH ha mejorado mucho desde el origen de la pandemia, allá por junio de 1981, el VIH sigue siendo un asunto de salud pública prioritario en todo el mundo y sigue habiendo tareas por las que implicarse, tales como:

• Fomentar el uso del preservativo como primera medida de protección frente al VIH y otras ITS, incluyendo el de tipo insertivo o receptivo en todas las prácticas sexuales.
• Reducir la grave problemática del VIH en los países con menores recursos: los países de renta media y baja son los más castigados por la pandemia de VIH, en especial, aquellos que se encuentran en la zona de África Subsahariana, tanto en nuevas transmisiones como por la falta de accesibilidad al tratamiento. Se nos dice que el tratamiento antirretroviral ha conseguido que las personas con VIH en seguimiento clínico estén, en su mayoría, con carga viral indetectable pero no olvidemos que en todo el mundo, de los 39,9 millones de personas con VIH, 9,3 millones, casi una cuarta parte, no están recibiendo tratamiento. Y en nuestro país las personas con VIH aún reciben una carga de estigma con impacto para su salud.
• Disminuir o eliminar la desigualdad de género asociada al VIH y el sida: esta desigualdad por género aumenta el riesgo de niñas y mujeres, especialmente, en adolescentes y mujeres jóvenes de África. Tenemos que involucrarnos para que las mujeres tengan mayor autonomía en la toma de decisiones que afecten a su salud sexual.
• Derrocar el estigma del VIH, que impacta negativamente en la calidad de vida y autocuidados de las personas que lo sufren. Actualmente, 75 países cuentan con leyes que criminalizan a personas VIH+.
• Distribuir información en torno al VIH y otras ITS. La información para el cuidado de la salud sexual debe de ser accesible, útil y dirigida a todos los perfiles poblacionales.
• Aumentar los recursos para la accesibilidad de la PrEP: La profilaxis preexposición (PrEP) es un tratamiento continuado que consigue evitar la infección por VIH, independientemente de las prácticas que se vayan realizando. Si bien en nuestro país, la PrEP se ofrece a todas las personas con tarjeta sanitaria que presenten un perfil especialmente vulnerable, este recurso preventivo debería de llegar a más países de los actuales. ONUSIDA trabaja para que la PrEP sea accesible no solo para hombres que tienen sexo con otros hombres y personas trans, sino también para las mujeres.
• Ampliar el acceso a pruebas rápidas en todos los municipios de la Comunidad de Madrid, que nos permitan hacer un diagnóstico precoz.
• Que las vacunas sean una realidad: una vacuna terapéutica que permita curar la infección y también una vacuna preventiva para evitar que haya nuevas infecciones.

Aprovechemos este Día mundial del Sida para recordar los logros conseguidos y seguir construyendo una realidad con más derechos.